Tras responder al cuestionario puedo ver que mis respuestas
no encajan del todo con la media óptima. No me disto más de 0,6 puntos en cada
resultado por lo que, aunque mis ideas sobre el aprendizaje y la docencia
disten de ser perfectas, no son totalmente inadecuadas.
Después de la aplicación he realizado un pequeño análisis
para comprobar qué ítems son los que más me han contaminado los resultados y
son, sobre todo, los relacionados con los alumnos y su aprendizaje. He
considerado en más de una respuesta que los alumnos son muy autónomos y que no
es de gran importancia el dictarles unas normas o guiarles en sus tareas,
confundiéndome en éstas ideas. Muchas veces he oído hablar de la importancia de
conseguir “alumnos autónomos” pero, claramente, mi idea para conseguirlo es
demasiado liberal.
Muchas veces, por no ser “muy dura” con los alumnos les doy
demasiado margen de confianza y autonomía y, pensándolo bien, dudo que sea
bueno. No quiero decir con esto que haya
que atarles de pies y manos, sino que aunque se les deje libertad no hay que
olvidarse de guiarles y poner unas normas. Así que, para solucionar esto,
quizás debería centrarme en conseguir implantar unas normas en el aula que
repercutan al mínimo en el bienestar del alumno, ya que cuando los alumnos se
sienten muy controlados se limitan a realizar sus tareas sin intentar ir más
allá en su imaginación y conocimiento.Es necesario encontrar un punto medio.
Como bien a dicho Laura una vez que ha reflexionado sobre este tema, no hay que dejar que los alumnos sean autónomos, lo que no quiere decir que no tengan libertad pero, en mi opinión, el proceso de enseñanza-aprendizaje tiene que llevarse a cabo por lo alumnos pero con la guía del profesor. De este modo, el profesor implanta una serie de normas a cumplir en el aula para que el alumnado pueda ir formándose como persona y también como estudiante.
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