El libro va acabando y con esto llegamos al último cuadro de
reflexión. Las preguntas a resolver en este cuadro llegan a ser un poco
repetitivas con el resto del libro, pero es necesario realizar una última
reflexión para darlo por concluido.
La primera pregunta hace referencia a una práctica ideal en
el aula. Para mí una práctica ideal en el aula es una práctica en la que el
profesor consiga transmitir lo que se había planteado a los alumnos y los
alumnos sean capaces de interiorizar dichos conocimientos, siendo la sesión
dinámica, participativa y llevada a cabo en un clima de confianza y participación.
A través de una práctica ideal los alumnos interiorizarían los diferentes
conocimientos, como he dicho anteriormente, pero para que fuera totalmente
adecuada, dichos conocimientos deberían ser aplicados por los alumnos en
diferentes contextos, generalizarlos a la vida real, a su día a día. Para poner
esto en práctica empezaría creando el clima adecuado en el aula, a través de un
comportamiento adecuado con los alumnos y el establecimiento de unos puntos
clave para el éxito del proceso de enseñanza-aprendizaje. Además, le daría gran
importancia al cómo se sienten los alumnos dentro del aula, centrándome en
hacerles sentir cómodos y con ganas de aprender, aunque esto no sea del todo
fácil. Hay que tener en cuenta que si tú confías en un niño y él se da cuenta,
automáticamente y con el uso de un par de halagos se le puede motivar lo
suficiente para que su aprendizaje sea mucho más significativo.
El alumno en mi enseñanza juega un rol fundamental, cómo se
puede deducir del apartado anterior. Si el alumno no está motivado y cómodo en
el aula, su aprendizaje no se llevará a cabo de forma adecuada.
Con todo esto puedo decir que así es como yo creo que mis
alumnos aprenderán. Mi enseñanza girará en torno al aprendizaje de los alumnos.
Si los alumnos no aprenden o fracasan haciéndolo, tendré que replantearme mi
enseñanza y ver qué puedo hacer para solucionarlo. Considero que, si el profesor
lo hace bien, los alumnos responderán adecuadamente. Hacerlo bien, lógicamente,
implica varios factores a tener en cuenta, factores que no se deben descuidar
(motivación, estrategias, metodología, confianza que tengas en tus alumnos,
ganas que pongas en tus exposiciones etc.)
La motivación, como he citado anteriormente, tiene mucha
importancia en el aprendizaje. En mi opinión, es uno de los factores clave.
Para motivar a los alumnos tienes que halagar su trabajo, no sólo corregir los
errores. Hay que saber valorar lo que ellos hacen, ver el esfuerzo que
invierten y hacerles ver lo bien que lo pueden llegar a hacer. Además tienen
que ver que confías en ellos y tú, como docente, tienes que saber
transmitírselo a través de gestos y enunciados. Los niños son muy moldeables y hay que
aprovecharlo.
Quiero acabar ésta entrada con un vídeo que he encontrado en youtube titulado "la educación prohibida". ¿Cual es de verdad el objetivo de nuestra educación?
No hay comentarios:
Publicar un comentario