miércoles, 20 de febrero de 2013

Docente, punto de partida del cambio en la enseñanza.

El siguiente cuadro que me ha tocado trabajar con el libro consiste en la aplicación de un instrumento que refleja aquello que me mueve como docente.
Tras responder al cuestionario puedo ver que mis respuestas no encajan del todo con la media óptima. No me disto más de 0,6 puntos en cada resultado por lo que, aunque mis ideas sobre el aprendizaje y la docencia disten de ser perfectas, no son totalmente inadecuadas.

Después de la aplicación he realizado un pequeño análisis para comprobar qué ítems son los que más me han contaminado los resultados y son, sobre todo, los relacionados con los alumnos y su aprendizaje. He considerado en más de una respuesta que los alumnos son muy autónomos y que no es de gran importancia el dictarles unas normas o guiarles en sus tareas, confundiéndome en éstas ideas. Muchas veces he oído hablar de la importancia de conseguir “alumnos autónomos” pero, claramente, mi idea para conseguirlo es demasiado liberal.

Muchas veces, por no ser “muy dura” con los alumnos les doy demasiado margen de confianza y autonomía y, pensándolo bien, dudo que sea bueno.  No quiero decir con esto que haya que atarles de pies y manos, sino que aunque se les deje libertad no hay que olvidarse de guiarles y poner unas normas. Así que, para solucionar esto, quizás debería centrarme en conseguir implantar unas normas en el aula que repercutan al mínimo en el bienestar del alumno, ya que cuando los alumnos se sienten muy controlados se limitan a realizar sus tareas sin intentar ir más allá en su imaginación y conocimiento.Es necesario encontrar un punto medio. 

martes, 19 de febrero de 2013

EVALUACIÓN


La evaluación, desde siempre, es uno de los temas que más complicados me parecen dentro del aula.
Teniendo en cuenta toda mi experiencia como alumna considero que muy pocos docentes llevan a cabo una evaluación en la que de verdad el alumno sea capaz de reflejar todo lo que sabe y, sobre todo, aplicar sus conocimientos en la vida real.
Estamos demasiado acostumbrados a ésto, cuando en realidad deja mucho que desear.

Como futura docente me surge la misma duda, ¿Cómo lo podría hacer?
Una forma atractiva, dinámica y que da muy buenos resultados es plantear a los alumnos el resolver un problema que implique investigación, imaginación y aplicabilidad en la vida real.
Un ejemplo para 5º de EP podría ser el planteamiento de un problema como el siguiente, dejándoles el tiempo necesario para llevarlo a cabo.

-El agua está escaseando últimamente en Pamplona. (Cosa bastante impensable ahora mismo, pero por poner el nombre de su ciudad). Hay 549875 viviendas en toda la ciudad y cada una gasta 35 litros al día. ¿Cuantos litros se gastan al día en l ciudad?

-Una vez que lo averigües, piensa diferentes estrategias para ahorrar agua.

-Si con cada estrategia pensada se ahorraran 5 litros al día por cada vivienda, ¿Cuánta agua gastaríamos en total?
Una vez resuelto todo, ¿Conoces las diferentes fuentes de agua? ¿Que pasaría si nos quedáramos sin agua?

A través de esta actividad podríamos evaluar a los alumnos en matemáticas y en ciencias naturales, después de estudiar todas las diferentes operaciones matemáticas y el ciclo del agua y los recursos naturales.
Se valoraría tanto la corrección de las operaciones como la imaginación de plantear alternativas o la capacidad para crear estrategias para ahorrar agua.
Además, los alumnos trabajarían más motivados teniendo en cuenta la gran aplicabilidad de esta actividad a la vida real.

lunes, 18 de febrero de 2013

Diseño integrado de Fink



Teniendo en cuenta los 12 Pasos del modelo del diseño integrado establecidos por Fink, puede identificar con bastante claridad algunos en los que más me centro en mi aprendizaje.


Por un lado, dentro de los componentes claves, me centro sobretodo en el contexto, en identificar las metas y en seleccionar las actividades de enseñanza aprendizaje más efectivas. Al integrar todos los componentes suelo centrarme en crear una temática para el curso y en seleccionar las estrategias. Por último, acabando con el diseño, planteo la evaluación del curso y de la enseñanza.
Puedo decir que ninguno de los 12 pasos los dejo totalmente olvidados, pero sí que cumplo en menor medida con la integración exacta de todos los componentes, dejando a veces conscientemente un margen de error entre todos debido a que no puedo asegurar que todo vaya a salir como yo espero.

Puedo decir que ninguno de los 12 pasos me ha sorprendido, sin echar en falta tampoco ningún elemento clave, ya que tanto los bloques de contenidos, objetivos, metodología, actividades y evaluación (siendo los 6 bloques básicos) están desarrollados en los 12 pasos.

Podemos observar además la relación existente entre el aprendizaje autorregulado y los 12 pasos establecidos por Fink. El aprendizaje autorregulado se divide en 4 fases, estando tres de ellas muy reflejadas en los 12 pasos, la planificación (relacionada con los 5 primeros pasos), el control estimular (reflejados en aquellos pasos referidos a estrategias y su aplicación) y la evaluación (claramente reflejada en los pasos que se refieren a la misma). Cabe añadir que una de las fases del aprendizaje autorregulado, la fase de la auto observación, no la veo muy reflejada en este diseño, pero intuyo que será la propia reflexión que realice cada docente sin tener que estar especificada en un "papel".
 

lunes, 11 de febrero de 2013

La profesión docente

En la actualidad todo cambia constantemente. En el mundo educativo ésto no es diferente.



Tras encontrar esta imagen el otro día me vinieron a la cabeza bastantes cosas. Es algo normal (y positivo la mayoría de las veces) la velocidad con la que esta cambiando el mundo educativo. La educación va mejorando a pasos agigantados, los alumnos han cobrado protagonismo en la misma y los profesores lo han perdido. 

La educación actualmente es una educación que gira entorno al alumno y a su aprendizaje, buscando potenciar al máximo el rendimiento de cada uno. Al ganar el alumno tanto protagonismo, el profesor lo ha perdido,lógicamente, pero hay que saber diferenciar en todo momento que no es lo mismo perder protagonismo que perder autoridad o respeto.

Es triste ver cómo la sociedad ha dejado de valorar la profesión docente, cómo los padres se enfrentan a los profesores de sus hijos en todo momento y cómo se pone en tela de juicio la profesionalidad de los mismos. ¿Cómo no vamos a perder prestigio si nosotros mismos no nos valoramos? Tanto los formadores de los más pequeños hasta los formadores de los formadores tienen que aprender a defenderse, a hacerse valorar y a hacer valorar a toda la sociedad la importancias de su función.
Nuestro país está en un mal momento tanto social cómo político y si queremos mejorarlo, tenemos que empezar desde abajo. Además de la educación familiar, ¿Se os ocurre algo "más abajo" que empezar por mejorar el sistema educativo de los más pequeños?

Si queremos que nuestro país prospere, tenemos que empezar mejorando la educación, mejorando la preparación de los que en un futuro harán que todo funcione mejor. 

Y sí, esa educación la recibirán por parte de los PROFESORES, profesores a los que hay que formar y valorar ya que, de alguna manera, "el futuro está en sus manos". 



sábado, 9 de febrero de 2013

EDUCACIÓN CENTRADA EN EL ALUMNO Y SU APRENDIZAJE


¿En qué elemento me centro a la hora de enseñar?

Cuando me planteo el resolver las preguntas del segundo cuadro de reflexión del libro de la asignatura me entra la esperanza de coincidir con el modelo de enseñanza que se centre en el alumno y en su aprendizaje después de haber leído acerca del ECAA y ver la coherencia y la eficacia de su aplicación en el aula.

Reflexionando acerca de mis clases, claramente el que más aprende es el alumno. Cabe destacar que yo misma aprendo, pero sobre todo cuando cometo errores y tengo que rectificar, por lo que no aprendo de la misma manera que los alumnos (cosa bastante lógica teniendo en cuenta la intención de la educación).

Para mí el aprendizaje es el proceso que se lleva a cabo en el aula en el que a través de la interacción entre todos los elementos surgen unos contenidos y una forma de aprender y trabajar esos contenidos. Además, el aprendizaje dependerá de cada persona, de cómo interprete la información que reciba y de cómo la aplique más adelante, sin aprender todos lo mismo ni interpretar todos de la misma manera las cosas. Lo que se aprenda, las metas que haya, las estrategias que se utilicen y aprendan y las condiciones de aprendizaje se determinarán basándose en el alumno y en su contexto de aprendizaje. Ni todos aprenderán lo mismo ni en las mismas condiciones.


Las decisiones se tomarán tanto antes del aprendizaje cómo durante el mismo, siendo las primeras las que guíen el aprendizaje y las segundas las que lo personalicen. En mi opinión esto funciona bastante bien, y siendo una estudiante en pleno aprendizaje necesito de ambos tipos de decisiones para aprender e ir mejorando en la práctica.

Por último el establecimiento de los objetivos de aprendizaje lo llevará a cabo toda la sociedad que este involucrada en el proceso, ya que creo que para que unos objetivos sean los adecuados en la educación tienen que estar basados en un contexto y unos factores determinados.

En conclusión, la educación centrada en el alumno y en el aprendizaje en sí mismo es para mí la más eficaz.


martes, 5 de febrero de 2013

APLICACIÓN DEL APRENDIZAJE AUTORREGULADO



Como pasa constantemente en el mundo educativo, las ideas que se tienen son  buenas pero a la hora de aplicarlas los profesores prefieren no realizar cambios, no fallar en su enseñanza y limitarse a seguir enseñando como lo hacían hasta el momento.

Por muy perfecto que parezca el aprendizaje autorregulado llevarlo a cabo dentro del aula no resulta tan sencillo. ¿Cómo es posible motivar a los alumnos a aprender? ¿Cómo es posible que aprendan a guiarse por sí mismos? No es una tarea fácil, pero mucho menos imposible.
Hay que enseñar a los alumnos a realizar una serie de pasos a la hora de ponerse a trabajar y que, a partir de esos pasos aplicados en las diferentes tareas los alumnos los interioricen y los realicen inconscientemente en un futuro.

Para empezar con esto habría que tener muy claro qué pasos les vas a hacer llevar a cabo. Al principio esto quizás les pueda resultar a los alumnos algo “aburrido” o una “pérdida de tiempo”, pero si se les motiva lo suficiente y se les hace ver lo fácil que resulta trabajar a partir de un esquema claro empezarán a trabajar como se les pida.

Hay que dejar a los alumnos trabajar por su cuenta, plantearles retos y motivarles a solucionarlos por sus propios medios. Si al alumno no se le da la oportunidad de aprender por sí mismo ni se le dan las estrategias para poder hacerlo se acomodará, aprenderá lo que el profesor le enseñe, estudiará cuando tenga que hacerlo y ahí se limitará su aprendizaje, no buscará aprender más de la cuenta ni querrá de alguna manera “complicarse la vida”.


Si les damos las claves para el éxito, ellos sabrán llegar a él.

APRENDIZAJE AUTORREGULADO




El aprendizaje autorregulado sugiere, desde un primer momento, la idea del “aprendizaje perfecto”. Como docente ver que un alumno es capaz de organizar su propio aprendizaje y ver que si falla en algo él mismo es capaz de solucionarlo significaría que ese alumno va a llevar a cabo un aprendizaje significativo, un aprendizaje guiado por un docente pero resultando provechoso para el propio alumno marcando él mismo su ritmo de aprendizaje.

Para que este aprendizaje se lleve a cabo el contexto tiene que ser el adecuado. 
En primer lugar una de las condiciones básicas es la propia motivación del alumno. El alumno ha de querer aprender, ha de ver útil su aprendizaje y así estar motivado para llevarlo a cabo.

En segundo lugar el alumno necesita que se le den las estrategias básicas para poder organizar su aprendizaje. No se le puede pedir a un alumno que organice su estudio si no sabe cómo hacerlo. Para esto el aula debe ser un lugar en el que los alumnos reciban estrategias de aprendizaje para su posterior aplicación en la práctica. El profesor tiene que hacer trabajar a los alumnos, hacerles pensar, darles pautas para llevar a cabo diferentes tareas y a partir de ahí, dejarles hacer. No es un dejarles hacer libremente y de golpe, sino poco a poco y ayudándoles si surgen dudas. No se le puede pedir a un alumno que al fallar en una tarea busque él solo una solución si nunca lo ha hecho, se le puede enseñar a revisar sus errores, buscar una causa y ayudarle a solucionarlo la primera vez o incluso las primeras veces, dándole un claro ejemplo de cómo hacerlo para que la siguiente vez que falle se vea capacitado para solucionarlo por sus propios medios.

De alguna manera hay que empezar a confiar más en los alumnos, en dejar de darles todo masticado en un sistema educativo unidireccional y que gira en torno al docente para que el alumno cobre más protagonismo a la vez que su ritmo sea el que marque su propio aprendizaje.